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“No podemos ir hacia atrás ... Ganaremos. Estamos ganando porque la nuestra es una revolución de la mente y del corazón...”

Luto por Don Adan, un “héroe desconocido” “que entregó su corazón totalmente a la UFW”

Adan Ramirez Ascension, de 89 años, cariñosamente conocido como Don Adan, fue uno de esos héroes que no fue egoísta y un poco conocido ​​pero que paso décadas trabajando y sacrificándose implacablemente por la Unión De Campesinos. “La UFW era su mundo, era su vida”, dijo su hija, María Ramírez. Don Adan falleció el domingo 4 de noviembre, luego de un accidente de tráfico en Watsonville.

Un servicio conmemorativo y recepción en Salinas para Don Adan entre las 4 y las 8 p.m. el viernes 9 de noviembre en el Centro de Campesino de la Costa Central de la UFW y La Fundación de la UFW localizado en 118 East Gabilan St., Salinas, CA 93901, y también habrá una segunda recepción para familiares y amigos en Watsonville de 2 a 9 p.m. el sábado 10 de noviembre en la Capilla de Ave Maria, 609 Main St., Watsonville, CA 95076.

Don Adan nació el 17 de septiembre del año 1929, fue el mayor de tres hermanos y tres hermanas en Tituitatlan, Jalisco, México. Llegó a los Estados Unidos por primera vez como bracero a principios de la década de 1960, trabajando en California y Texas. Emigró, trabajando las temporadas en California y regresando a México en los años 60 y 70. Mientras tanto, Don Adan se casó con Guadalupe Torres y tuvieron 15 hijos.

Vivió sus últimas cuatro décadas en Watsonville, donde criaron a sus hijos y nacieron sus muchos nietos y bisnietos. Trabajó en fresas, viveros de plantas y hongos, incluyendo muchos años bajo un contrato UFW en Monterey Mushrooms en Watsonville.

Su intrépido activismo con la unión en la Costa Central y en el Valle Central comenzó en los ochentas. Con sus distintas botas de vaquero, camisas y sombreros de estilo vaquero, se convirtió en un pilar fundamental de la UFW en la organización de contratos de unión, en las campañas legislativas y políticas, así como en huelgas, boicots y marchas en todo California.

Don Adan tenía 70 años cuando marchó 175 millas en cada paso desde Madera hasta Sacramento en 2002, para ayudar a ganar una ley histórica que permite a los trabajadores agrícolas usar mediadores estatales para obtener contratos sindicales cuando los agricultores no quieren negociar. Estaba en sus 80 años cuando marcharon las completas 135 millas de Merced a Sacramento en el 2011, para ganar otra ley estatal que fortalece la negociación y los derechos de organizar de los trabajadores agrícolas.

Durante ambas marchas, Don Adan se quitaba las botas para exponer los pies que estaban terriblemente ampollados. Pero nunca se quejó. Don Adan se mantuvo constantemente estoico, animo a todos, urgiendo apoyar la unión. Para él, Si Se Puede! Era más que una frase. Sus hijas se alarmaron por sus pies dañados cuando regresó a casa, pero él insistió: “Estoy bien”, y solo expresó lo satisfecho que estaba de haber caminado todo el camino, dijo la hija María. “Mi padre era tan fuerte tanto física como mentalmente”.

Hizo mucho más que marchar. Don Adan pasó numerosos días protestando en supermercados en Watsonville para apoyar boicots o las campañas de UFW, hablando pacientemente con la gente que pasaba o confrontando a la policía. Peleó en el Capitolio estatal en Sacramento en 2016, para ayudar a los trabajadores agrícolas de California a ganar el pago de tiempo extra. Cuando los trabajadores de la fresa del condado de Ventura salieron a la huelga en 2008, Don Adan hizo el largo viaje desde Watsonville y pasó tres días con los organizadores de la UFW, dando ánimo y coraje a los huelguistas. Fue uno de los huelguistas más efectivos jamás visto en supermercados y otras protestas. Una vez en moción, no se detendría sus ánimos y los gritos de justicia hasta que terminara el día, incluso otros seguían su paso. Don Adan esperaba que se siguiera su ejemplo, y así fue. Él extendió la alegría y apoyó a la gente a su alrededor. Durante años, vacío la basura, limpió los baños, instaló y acomodaba las sillas en la oficina de Salinas del sindicato, asegurándose de que fuera un lugar donde los trabajadores se sintieran respetados porque estaba bien cuidado. Hizo lo mismo en el nuevo Centro de Campesinos de Salinas que abrió en junio.

Don Adan también formó parte de una la familia de la unión, y asistió a eventos lejanos como la boda en 2006 del presidente de la UFW Arturo S. Rodríguez y Sonia Rodríguez en el Centro Nacional de Chávez en Keene, cerca de Bakersfield. “Las personas que conoció en el sindicato lo trataron como un miembro de su familia de la UFW “, dijo María. A veces, Don Adan se iba de casa por semanas a la vez. Su familia no sabía dónde estaba ni qué estaba haciendo. Una nieta observó: “Si quieres encontrar a mi abuelo, mira las noticias de la televisión o los periódicos que cubren las actividades de UFW y lo verás”. “Sabíamos que él era feliz y hacía lo que quería hacer, y lo disfrutó, “María agregó. “César Chávez siempre se sintió incómodo al ser reconocido en público”, señaló Arturo Rodríguez. “César sabía que había tantos hombres y mujeres que hicieron grandes sacrificios y lograron grandes cosas, pero cuyos nombres eran en su mayoría desconocidos. Don Adan fue uno de esos héroes”.

“Mi padre creía en entregarse totalmente de corazón a la unión”, dijo su hija Maria Ramírez. Algunos familiares se preocupaban que aún estuviera trabajando tan duro sin parar para la UFW mientras envejecía. Le insistieron que se calmara y se relajara. “’ No “, dijo mi papá. “Si muero trabajando para la UFW, moriré feliz”. Aunque no estaban celosos de la unión, dijo María, algunos miembros de la familia deseaban que él pasara más tiempo con ellos.

Guadalupe, la esposa de Don Adan, falleció en 2012, y él vivió solo en un departamento de ancianos en Watsonville, orgulloso de recibir su cheque mensual de pensión sindical de sus años en Monterey Mushrooms. Fue golpeado por un automóvil en un accidente mientras cruzaba la calle en Watsonville el jueves 1 de noviembre y falleció el domingo 4 de noviembre.

Adan Ramirez Ascension le sobreviven sus hijos Rosa, Delia, Olga, Maria, Ruby e Irma; 22 nietos; y 41 bisnietos. Le precedieron en muerte sus hijos Saúl, Gustavo, Elva, Antonio, Israel, José, Noel, Abel y Pedro.

Su cuerpo será devuelto a México para su entierro en Tituitatlan, Jalisco. Primero, la UFW honrará a Don Adan con un servicio conmemorativo y recepción en Salinas entre las 4 y las 8 p.m. el viernes 9 de noviembre en el Centro de Campesinos ubicado en 118 East Gabilan St., Salinas 93901. Está programada otra recepción para familiares y amigos en Watsonville de las 2 a 9 p.m. el sábado 10 de noviembre en la Capilla Ave Maria, 609 Main St., Watsonville 95076.