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Declaración de Arturo S. Rodriguez, Presidente de la Unión de Campesinos de América, AFL-CIO: Terrorismo en la Elección de la Compañía Coastal Berry Julio 23, 1998 en Watsonville, California

Declaración de Arturo S. Rodriguez,

Presidente de la Unión de Campesinos de América, AFL-CIO

Terrorismo en la Elección de la Compañía Coastal Berry

Julio 23, 1998 en Watsonville, California.

A en los 23 años de historia de la Ley Laboral de Relaciones Agrícolas de California (ALRB) ésta elección ha sido teñída con uno de los peores episodios de violencia y cohersión que se haya llevado a cabo por los argicultores en contra de los campesinos. Esta es una burla a la ley propuesta para "estimular y proteger" los derechos de los campesinos para organizarse.

La Unión de Campesinos (UFW) y los trabajadores de la fresa presentaron evidencia suficiente a la Junta de Realciones Laborales Agrícolas de que los supervisores y mayordomos de la Compañía Coastal Berry organizaron y ordenaron el ataque violento en contra de los campesinos de la fresa que apoyan a la Unión de Campesinos y a los oficiales de policía el pasado 1 de Julio del presente. Este mismo grupo terrorista forzó a los trabajadores a firmar la petición de representación sindical, intimidándolos y amenazándolos con su misma vida y su trabajo.

El director regional de la ALRB de Salinas, Fred Capuyan, nos informó el miércoles en la tarde, que su decisión de proceder con la elección y el conteó de votos fue hecha por miedo a que se propiciaran más actos de violencia. En lugar de perseguir agresivamente a estos infractores de la ley, los cuales atacaron a los trabajadores que pacíficamente estaban organizandose, el estado de California se ha rendido a la extorsión y terrorismo.

Coastal Berry dice que no puede proteger a sus trabajadores de actos de violencia criminal en la compañía. Al proceder de esta manera, con una elección manchada de miedo y violencia, el ALRB muestra que tampoco puede proteger los más básicos derechos de los trabajadores

Apesar de que la UFW pudo participar fácilmente en estas elecciones, prefirió no hacerlo. La unión se rehusó a participar en esta farsa pues, lo único que se lograría sería agregarle legitimidad a un proceso que desde un principio es fraudulento. Esta clase de actos jamás deben de ser tolerados. Si queda algún rastro de justicia en la ALRB, esta elección debería ser invalidada. Regida por el terrorismo no se le puede permitir que se mantenga en pie.