Demócratas estudian plan migratorio
Legisladores de ambas cámaras analizan opciones para un posible proyecto de legalización
Maribel Hastings,
Corresponsal de La Opinión
WASHINGTON, D. C.– Mientras la Casa Blanca contempla la posibilidad de legalizar a una porción de los trabajadores mexicanos que viven en este país, los demócratas de ambas cámaras planifican presentar próximamente un proyecto de ley que legalizaría un amplio número de inmigrantes de diversas nacionalidades.
Fuentes indicaron que líderes demócratas de ambas cámaras y sus asistentes están llevando a cabo reuniones intensas para integrar la medida que esperan presentar en forma conjunta en el Senado y la Cámara de Representantes.
Se indicó que "esperamos lograr apoyo bipartidista", pese a la fuerte oposición que ha encontrado entre legisladores de ambos partidos la mera posibilidad de legalizar a una porción de los trabajadores mexicanos indocumentados.
Como adelantamos ayer, el panel del lado estadounidense que negocia con México un acuerdo migratorio recomendó a la Casa Blanca la legalización parcial de entre un millón y dos millones de mexicanos en el marco de un programa de trabajadores temporales.
Es decir, una opción de legalización que se daría a quienes ya viven aquí y posiblemente a los que vengan, al cabo de haber trabajado determinado número de temporadas o ciclos no sólo en el sector agrícola sino en el de servicios.
Pero aun esa legalización limitada de mexicanos enfrenta oposición.
El senador demócrata de West Virginia, Robert Byrd, dijo que sólo se estaría premiando a personas que violaron leyes federales en primera instancia y que al igual que en los años posteriores a la amnistía de 1986, sólo provocará que otros tantos millones ingresen ilegalmente con la esperanza de que en unos cuantos años, se otorgue otra amnistía.
Sin embargo, los demócratas consideran que hay un clima político favorable para obtener una amplia legalización que no sólo incluya a mexicanos sino a inmigrantes de otras nacionalidades.
Se indicó que los mecanismos de legalización que se consideran son diversos y que dependen del tiempo de trabajo en este país y de lazos familiares, entre otras cosas. En las pláticas hay representantes no sólo de la oficina del líder de la minoría demócrata de la Cámara Baja, Richard Gephardt, sino del líder de la mayoría demócrata en el Senado, Tom Daschle, del senador demócrata, Edward Kennedy, que preside el subcomité de Inmigración del Senado, y del senador demócrata de Florida, Bob Graham, autor de uno de los proyectos sobre trabajadores agrícolas.
Pero la oposición será fuerte, según el senador republicano de Idaho, Larry Craig, quien presentó una medida que contiene la opción de legalización para trabajadores agrícolas, pero los requisitos son tan difíciles de cumplir que muy pocos se beneficiarían, según grupos como el Sindicato de Trabajadores Agrícolas (UFW).
Arturo Rodríguez, presidente del UFW, estuvo ayer en el Congreso reuniéndose con legisladores en el intenso cabildeo a favor de las medidas que incluyan la opción de legalización para los millones de trabajadores del campo que ya viven aquí.
Independientemente de lo que México y Estados Unidos acuerden, un plan de legalización tiene que ser aprobado por el Congreso y con las dos cámaras en manos de diferentes partidos con diversos intereses, el debate promete ser intenso.
Ambos partidos evidencian que coinciden en tratar de atraer el voto latino y el tema de la inmigración está sirviendo de marco para ese propósito.