La Opinion
Los sindicatos, un bastión de Davis
El gobernador se apoya en ese sector frente a los intentos por lograr su destitución
Pilar Marrero,
Editora de Política
Sabado, 21 de junio de 2003
La noticia de que varios prominentes demócratas, incluyendo el vicegobernador Cruz Bustamante, se abstendrían de presentar su candidatura en una eventual contienda de destitución al gobernador Gray Davis, proporciona un respiro político al máximo ejecutivo de California y refleja, en gran medida, la fuerza que tienen los sindicatos, quienes por ahora han decidido jugársela por el gobernador antes de apoyar cualquier otra opción.
La renuncia de varios posibles candidatos también ofrece una estrategia efectiva a su partido para, por un lado, defender a su estandarte y por otro, guardar una carta bajo la manga —la posible candidatura de la senadora Dianne Feinstein— por si la iniciativa contra Davis califica para la boleta, no dejarle el paso libre a los republicanos.
Pero en el fondo, parece estar tomando fuerza la presión de los sindicatos del estado, quienes a pesar de todo siguen siendo la base y los principales aliados del gobernador, quienes lucen dispuestos a defender a Davis a capa y espada, en parte porque prefieren a Davis sobre las opciones más fuertes (Feinstein y Bustamante), pero ideológicamente menos cercanas a sus intereses y en parte porque esperan ganar concesiones de un gobernador debilitado al que siempre han apoyado, pero que no siempre les ha dado lo que han pedido.
Aunque Bustamante, el tesorero Phil Angelides, el procurador Bill Lockyer y el Comisionado de Seguros John Garamendi, todos potenciales candidatos demócratas a gobernador en 2006, dijeron en los últimos días que no participarían en una boleta de destitución con sus candidaturas, la candidata más importante para los demócratas, la senadora Dianne Feinstein, no ha hecho lo mismo.
Aunque Feinstein ha expresado su desdén y rechazo al movimiento de destitución —recordando que ella sufrió uno cuando era supervisora de San Francisco— en los círculos políticos nadie descarta que si el movimiento de destitución califica para una elección especial antes de fin de año, ella pueda lanzarse como opción para evitar que un republicano gane la Gubernatura.
“Así ella lograría su sueño de ser la primera gobernadora mujer de California y preservaría el cargo para los demócratas”, especuló la analista política Sherry Bebitch Jeffe.
La coyuntura
Por otra parte, algunos sectores demócratas y en particular los latinos esperan beneficiarse del momento político, ofreciendo su respaldo claro al gobernador a cambio de que éste ceda en algunos temas de su interés.
El senador demócrata Gil Cedillo, por ejemplo, se ha convertido en uno de los más fuertes defensores de Davis en este momento. Aunque Cedillo rompió públicamente con el gobernador por su veto del proyecto de ley de licencias de manejar para indocumentados el año pasado y afirma que no votó por Davis para gobernador, la semana pasada Cedillo dijo a La Opinión que la campaña de destitución contra Davis que llevan a cabo un grupo de republicanos es “una amenaza extremista que quiere revertir todo lo que se ha avanzado en el estado”.
“Está claro que una destitución no es beneficiosa para los demócratas y las fuerzas que están llevando a cabo el movimiento contra Davis no han estado nunca con nosotros”, dijo Cedillo. “Es verdad que no lo apoyé ni voté por él pero no apoyo la destitución y estoy de acuerdo en que hay que pelear en su contra”.
Aunque el año pasado Davis vetó el proyecto de licencias de manejar para indocumentados, Cedillo volvió de nuevo este año con un proyecto más amplio que beneficia a más personas y ya logró su aprobación en el Senado. El gobernador aún no se ha comprometido a apoyarla pero, indicó el senador, está en conversaciones con este al respecto. Sin querer anticipar lo que pasará, Cedillo indicó: “Mi expectativa es que este año lograremos la ley”.
Importantes líderes sindicales también dijeron esta semana a La Opinión que su intención es defender a Davis a capa y espada.
Eliseo Medina, vicepresidente internacional del Sindicato de Empleados de Servicio (SEIU), dijo esta semana en una entrevista que “es mejor malo conocido que bueno por conocer” y dijo que defenderán a Davis ante el riesgo de que saliera electo un republicano. Por otra parte, Medina también parece dispuesto a defender a Davis ante otros demócratas menos amigables. “Si nos garantizaran un candidato que apoye más a los trabajadores sería otra cosa, pero sinceramente, nos puede salir el tiro por la culata”, dijo Medina. “Fíjate, por ejemplo, ahora tenemos una excelente oportunidad de lograr las licencias de conducir, pero si llega un republicano o alguien que no simpatice con los inmigrantes, sería muy difícil que tuviéramos éxito”.
Muchos sindicalistas y líderes pro inmigrantes no simpatizan con Feinstein, que en muchas cosas es más conservadora que Davis y, en particular, ha propuesto muchas medidas duras contra la inmigración indocumentada. Por otra parte, otros no olvidan que cuando Bustamante estaba en la Asamblea, votó a favor de quitarle las licencias de conducir a los indocumentados.
Otro sindicato que se mantiene firme al lado de Davis es el Sindicato de Trabajadores del Campo (UFW), cuyo poder sobre el voto latino y liberal con la imagen simbólica de César Chávez ayudó a impulsar a muchos candidatos demócratas, incluido el actual gobernador.
“Aunque no hemos conseguido todo con el gobernador, hemos logrado triunfos muy importantes”, dijo el presidente del sindicato Arturo Rodríguez. “En los 16 años anteriores, bajo administraciones republicanas, nunca hemos recibido nada favorable para la comunidad latina”.
Rodríguez se refirió a la ley de mediación que firmó Davis el año pasado, para facilitar la obtención de los contratos para trabajadores del campo y dijo que tienen otros proyectos en puerta, para lograr seguro médico para éstos. El día festivo de César Chávez fue otro de los proyectos de los campesinos que el actual gobernador apoyó.
Sin embargo, Rodríguez implicó que no acompañarían a Davis si éste se enfrenta a una muerte política segura. “Es difícil responder esa pregunta ahora, porque no sabemos lo que pueda pasar. En este momento estamos en contra de la impugnación y también de permitir que un republicano sea gobernador. Basados en eso haremos nuestras decisiones”, dijo.
Nota de La Opinión