Más de 80,000 personas exigen a EPA que prohíba el peligroso pesticida Clorpirifos
Médicos, científicos, agricultores, campesinos y otras personas de todo el país piden la muy esperada prohibición del químico agrícola neurotóxico
Washington, D.C. – Más de 80,000 personas exigieron a La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA por sus siglas en inglés) que prohíba el amplio uso en todos los cultivos del peligroso pesticida clorpirifos.
El 30 de octubre del 2015, la EPA propuso la prohibición del pesticida neurotóxico en los cultivos de alimentos, 15 años después de su prohibición para el uso residencial. Hoy es el final del período de comentarios públicos sobre la propuesta de prohibición por parte de la EPA. Recientes decisiones de la corte de apelaciones, dieron a la EPA una fecha límite para tomar una acción significativa en una petición legal del 2007 para la prohibición del químico. El período de comentarios abiertos de la EPA sobre la propuesta de la prohibición del clorpirifos termina hoy, 5 de enero.
“La prohibición total de clorpirifos es lo que los trabajadores campesinos, comunidades agrícolas y los consumidores merecen", dijo Patti Goldman, el abogado de Earthjustice a cargo del caso. “Las conclusiones de la EPA y otras conclusiones independientes muestran que el clorpirifos causa daño cerebral a niños y envenena a los trabajadores y a personas presentes. Es imperativo que la EPA se mueva rápidamente para proteger a los trabajadores y los niños mediante la emisión de una prohibición total y final de este pesticida ampliamente utilizado".
Una coalición de los trabajadores campesinos, grupos de salud ambiental y laborales presentaron observaciones de parte de expertos legales, científicos y el público en general. Earthjustice y La Justicia Campesina presentó observaciones técnicas de parte de una coalición de grupos, incluyendo la Red de Acción en Pesticidas (PAN por sus siglas en inglés), el Consejo de Defensa de Recursos Naturales (NRDC por sus siglas en inglés), y la Unión de Campesinos (UFW por sus siglas en inglés).
“Dada la ciencia increíblemente fuerte sobre los daños a la salud causados por el clorpirifos, es absurdo que la EPA ha tomado tanto tiempo para tomar acción", dijo la Dra. Margaret Reeves, científica principal del PAN. “Los niños, campesinos y sus familias en la zonas rurales están recibiendo una dosis extra de este químico que daña el cerebro, ya que se desplaza de los campos agrícolas cercanos — en los productos, en el aire y en el agua. Una prohibición completa de todos los usos finalmente asegurara que las comunidades estén a salvo de este pesticida altamente peligroso".
Llamar a la demora de la EPA "atroz", el Tribunal del 9° Circuito de Apelaciones ordenó a la EPA a responder a la petición del 2007 para el 30 de octubre y para tomar una decisión final sobre la prohibición a finales del 2016. Earthjustice presentó la demanda original, estimulando el plazo judicial de parte del PAN y NRDC.
“Durante demasiado tiempo, los trabajadores del campo han trabajado en torno a este producto químico considerado demasiado peligroso para el uso doméstico", dijo Virginia Ruiz, directora de salud ocupacional y ambiental en la Justicia Campesina. "La EPA tiene que prohibir todos los usos del clorpirifos y poner fin a este doble estándar".
Hoy en día, la EPA también recibió una carta de más de 65 científicos de la salud del medio ambiente y los profesionales de la salud, citando evidencia extensa que el clorpirifos perjudica a los niños e instando al gobierno a prohibir el pesticida.
“Los estudios indican que los trastornos en el desarrollo del cerebro de los niños se asocian con niveles muy bajos de exposición al clorpirifos, y los efectos parecen ser permanente e irreversibles. Dada la gravedad de estos efectos", dijo la Dra. Jennifer Sass, científica principal del NRDC. “La EPA debe actuar ahora para prohibir este pesticida peligroso y proteger a los niños".
En diciembre del 2014, la EPA reconoció el extenso trabajo científico, revisada por expertos, de la exposición del clorpirifos que lo correlaciona con daños cerebrales en los niños, incluyendo el coeficiente intelectual reducido, retraso en el desarrollo y la pérdida de la memoria. La agencia encontró que beber el agua contaminada con el pesticida es particularmente perjudicial para los bebés, y señaló los graves riesgos para los trabajadores por la manipulación del clorpirifos o por entrar a los campos después de la fumigación.
“Los trabajadores campesinos y sus familias merecen la misma protección que el resto de los trabajadores de este país", dijo Erik Nicholson, vicepresidente nacional de la Unión de Campesinos. "Ahora es el momento para que la EPA elimine el clorpirifos de todos los campos y viveros para garantizar un lugar de trabajo más seguro para todos".